¡PARA LOS QUE QUIEREN GUERRA DIOS EXISTE!

En un mundo donde el poder a veces nubla la humanidad, recordemos que la verdadera grandeza no se mide por el control que ejercemos, sino por la compasión que mostramos. Ningún líder, por poderoso que sea, tiene derecho a jugar con vidas humanas.
Cada vida perdida es un universo entero que se apaga, un futuro robado.

Frente a la arrogancia del poder, levantemos la voz por la justicia, la empatía y la dignidad que merece cada persona.

La historia juzgará no por la fuerza, sino por la huella de bondad que dejamos atrás.

Que nuestra humanidad sea más fuerte que su crueldad.