EL ALMA

Algunos creen en la “generación espontánea” otros en un ser supremo llámalo como tu quieras ¡!… No obstante  hoy día estamos viviendo circunstancias sobre naturales donde la raza humana se ve afectada emocionalmente llevándonos a un estado de alta ansiedad.

A continuación:

Citado del libro Conversaciones con Dios  (PRIMERA PARTE)  

NEALE DONALD WALSCH.

El alma tiene claro también que abandonar el cuerpo no supone ninguna tragedia. En muchos casos, la tragedia está en permanecer en el cuerpo. Así pues, has de entender que el alma ve la cuestión de su muerte como algo diferente. Por supuesto, también ve la <<cuestión de la vida>> de modo distinto; y ese es el origen de gran parte de la frustración y ansiedad que uno siente durante su vida. La frustración y la ansiedad provienen de no escuchar a la propia alma.

¿Cómo puedo escuchar a mi alma? Si, a la hora de la verdad, el alma es el jefe, ¿cómo puedo estar seguro de que recibo las órdenes de la oficina central?

Lo primero que puedes hacer es tener claro qué es el alma, y dejar de formular juicios sobre ella.

¿Formulo juicios sobre mi alma?

Constantemente. Ya te he mostrado cómo te juzgas a ti mismo si quieres morir. También te juzgas a ti mismo si quieres vivir; si quieres vivir realmente. Te juzgas a ti mismo si quieres reír, si quieres llorar, si quieres ganar, si quieres perder, si quieres experimentar la alegría y el amor… especialmente por esto último.

¿Eso hago?

De algún sitio has sacado la idea de que negarte la alegría es un acto piadoso, de que no divertirte en la vida es un acto divino. La negación – te has dicho a ti mismo – es buena.

¿Me estás diciendo que es mala?

No es ni buena ni mala; es simplemente negación. Si tú te sientes bien después de negarte a ti mismo, entonces en tu mundo es buena. Si te sientes mal, entonces es mala. La mayor parte de las veces, no lo decides tú. Te niegas a ti mismo esto o aquello porque te dices a ti mismo que debes hacerlo. Luego dices que era bueno hacerlo, pero te extrañas por que no te sientes bien. Así, lo primero que has de hacer es dejar de formular estos juicios contra ti mismo. Aprende cuál es el deseo del alma, y síguelo. Sigue al alma.